El sistema de evacuación de humos brevetado por Alfa Forni está integrado en la bóveda del horno con una forma particular que alarga el recorrido de los productos de la combustión de la leña y del gas mejorando así la eficiencia térmica del aparato y evitando que salten chispas o llamas desnudas en la conexión a la chimenea, lo que permite al operador simplemente cerrar la puerta cuando el horno está en marcha sin que el tiro se vea afectado.

Los hornos en el mercado están estructurados de tal manera que los humos salen de la cámara, se dirigen hacia la bóveda sin cambiar de camino y sin encontrar barreras y, por eso, acaban alcanzando altas temperaturas en la salida; así el calor se queda muy poco tiempo en la cámara de combustión para calentarla lo suficiente y esto genera un consumo excesivo de combustible (véase fig. A).

El humo, por lo tanto, sale de la cámara de combustión habiendo cedido solo un poquito de su calor. También ocurre que los humos se desvían hacia la boca del horno y luego se dirigen hacia la salida, lo que puede causar una disminución en el rendimiento (véase fig. B).

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Flue System - El sistema de evacuación de humos brevetado por Alfa Forni | Alfa Forni

Gracias a nuestra patente Flue SystemTM (véase fig. C), los humos de los hornos suben hacia arriba, atraídos por el tiro natural, se encuentran con la bóveda y, antes de dejar la cámara de combustión, continúan su recorrido en el sistema de evacuación hasta que se dirigen hacia las ranuras cuyos tamaños y formas son tales como para optimizar la salida.

Dicho de otra manera, los humos son empujados hacia atrás en la parte superior de la cámara de combustión ralentizando su flujo ascendente, el contacto con las superficies ocurre durante más tiempo, el calor se irradia directamente hacia la solera y la temperatura aumenta.

Esta patente permite a Alfa poner en el mercado los mejores hornos profesionales que alcanzan rápidamente altas temperaturas (500°C), reducen el consumo de leña y gas, mantienen el calor y todo esto, dicho sea de paso, con un gran ahorro de tiempo.

En general, la auténtica pizza napolitana tarda entre 60 y 90 segundos en hacerse perfectamente por arriba y por debajo y manchada con burbujas aunque este tiempo puede variar según la elección del pizzero y el tipo de masa.